Sigue la polémica por los pilotos de la flota oficial

Un piloto abusó de la confianza de José

La versión extra oficial ganó los pasillos de Casa de Gobierno. Con plata del Estado habría comprado bienes personales y efectuado viajes particulares.



El avión sanitario de la provincia volvió a ser motivo de una polémica con ribetes de escándalo, por los hechos irregulares que trascendieron la semana pasada y que se habrían originado en el mes de mayo. En esa oportunidad, el matutino de mayor tirada de la provincia publicó que el gobernador José Alperovich “habría despedido a los pilotos de la flota aérea” y sin brindar mayores detalles en pocas líneas señaló que, la decisión de prescindir de los servicios de Héctor Tresguerres y Francisco Carrion, “estaría motivada por razones de seguridad personal”.
Pero la semana pasada, el tema llamó la atención de una periodista quien citando muy buenas fuentes de información, advirtió que los pilotos habían sido contratados de nuevo o mejor dicho, jamás dejaron de prestar servicios en la Dirección de Aeronáutica de la provincia. La sorpresa de la incisiva cronista, estaba dada por las supuestas irregularidades que habrían cometido esos hombres. Relacionadas con ciertos gastos que aparecieron en torno al funcionamiento de la nave, pero que nada tenían que ver con esos menesteres. Importantes sumas de dinero fueron afectadas a pagar compras realizadas por Carrion, quien ostentaba el mayor grado de funciones, apelando al uso de una tarjeta de crédito que el organismo provincial le asignó para la compra de combustible y para hacer frente a otras contingencias relacionadas con los viajes imprevistos que en más de una ocasión demanda el gobernador Alperovich.
Los elevados montos consignados en los resúmenes de cuenta, motivaron la intervención del Tribunal de Cuentas, organismo que tiene la responsabilidad de efectuar el control preventivo de los fondos del Estado. Aunque en diversas ocasiones, actúa en forma tardía o directamente, convalida con su silencio diversas excesos que se cometen en la administración pública. Esta vez, indagaron a cada uno de los pilotos de la dirección, para deslindar responsabilidades. El tema es celosamente manejado por los contadores fiscales y las autoridades provinciales, pero reconocido por los propios empleados aeronáuticos.

Viajes de placer
La nave adquirida por la provincia en marzo de 2006 por seis millones de dólares, un Cessna Citation 550 reúne características de un jet ejecutivo más que de un avión sanitario. Comparadas las horas de vuelos hacia lugares turísticos para complacer al gobernador con aquellas que revisten el carácter social, quedaría comprometida la versión oficial esgrimida para justificar su compra.
Hay antecedentes de viajes realizados por el gobernador y su familia a pasar las vacaciones a Punta del Este (Uruguay), Mar del Plata y Brasil. Además, de innumerables escapadas a Buenos Aires.
Pero también habría otras tantas horas de vuelos de la cual ni el gobernador ni otros funcionarios provinciales figuraban como pasajeros. Así estaría registrado en los planes de vuelos archivados por la Fuerza Aérea Argentina, entre la documentación obligatoria que se confecciona antes de emprender un viaje.
Ese habría sido otros de los motivos que el gobernador tenía para despedir a Tresguerres y Carrion, en mayo pasado. Aunque en realidad, ambos siguen trabajando para la Dirección de Aeronáutica, ya que no existe ningún decreto que disponga lo contrario.
Si en el avión no iba el gobernador Alperovich, ni la diputada Beatriz de Alperovich que suele usar el jet sanitario para cumplir con su tarea parlamentaria en Buenos Aires, ni otro funcionario del Ejecutivo, cabe preguntar ¿A quién llevaba Tresguerres y Carrion?
La respuesta llegó a oídos del propio mandatario casi sin proponérselo, cuando uno de sus colaboradores le advirtió que en Internet aparecían fotografías de una mujer dentro del Cessna Citation 550 matricula LV-BEU. Eran varias imágenes en las que también aparecían Tresguerres y Carrion, y un texto donde la mujer manifestaba que “este es mi avión privado”. Enterado, Alperovich, casi de inmediato desapareció el metroflog (una red social de la web). No quedaron rastros, pero quienes tuvieron la suerte de apreciar las fotos reconocieron a la “usurpadora”, como una ex colaboradora del Ministerio de Economía.
El tema es tan vidrioso, que nadie comprende porqué el Gobernador volvió contra su decisión de echar a los pilotos y porqué no llevó el caso a la Justicia, cuando tenía todos los elementos para hacerlo. Sin embargo, habría preferido borrar las pruebas y guardar bajo la alfombra, lo que la inquieta periodista radial hizo trascender la semana pasada. Y al parecer, esto le valió una amenaza anónima que no debería pasar inadvertida. Lo que pasó… pasó y es muy grave.

El Periódico:
http://www.elperiodico.com.ar/verarticulo.php?id=82812208&fecha_edicion=